Francesc Ripoll, de Barcelona, quiere dejarnos como testimonio este texto sobre sus primeas sensaciones y experiencias con su nuevo Ninebot One, cuando sólo lleva un mes de uso. Se siente encantado por su sencillez de uso y aprendizaje, le resulta muy cómodo y divertido. Dice que se siente el centro de atención allá por donde va al considerarse uno de los pioneros en el uso de este medio de transporte. Aquí dejamos su experiencia:
Mi Ninebot ONE, ya es el medio de transporte habitual en mis desplazamientos. Cada día me sorprendo más de la comodidad que es circular con este vehículo, y lo uso a diario para ir al trabajo. El trayecto que antes hacía andando en 15 minutos, ahora lo hago en 5 y llego totalmente relajado y fresco. Como no ocupa nada de espacio, lo puedo dejar en cualquier sitio sin causar molestias.
Antes de tenerlo en mi poder, ponía en duda la potencia que podría tener para subir cuestas. Me daba la sensación de que una pendiente algo pronunciada supondría un gran esfuerzo para el monociclo y no llegaría a subirla. No os imagináis lo confundido que estaba. Después de ponerlo a prueba, he visto que no hay pendiente que se resista. Me encanta la sensación de subir esas cuestas donde andando nos costaría mucho trabajo, y donde en bicicleta dejaríamos de pedalear.
He querido poner a prueba este vehículo de una sola rueda para intentar probar sus límites. He circulado a 20km/h durante un largo trayecto. He bajado grandes pendientes para probar su resistencia de frenado. He subido largas y fuertes pendientes para probar sus límites comprobando que resiste todo lo que le ponga. He subido por caminos de tierra y pierdas en una zona del bosque con gran inclinación un día caluroso de 35 grados para medir el calentamiento del motor en situaciones extremas. He circulado por campos de hierba, zonas con arena de playa, asfalto y aceras embaldosadas. He bajado el escalón de la acera. He tumbado acelerando y lo mismo frenando. He ido a practicar a las pistas de skate. Ésta fue una de mis experiencias más gratificantes, descubrir que también que puede hacer skate con una rueda. Barcelona puede dar mucho de sí para este vehículo eléctrico.
Aún muchas personas me dicen que nunca han visto un vehículo como éste, y se quedan sorprendidos por su aspecto futurista y por su aparente imposible equilibrio.
A mi paso no dejo de escuchar la sorpresa de los viandantes, muchos de ellos con una incontenible expresión impulsiva: Qué guapo! qué es eso! Mira! qué pasada! Cómo es posible!
No dejo de ser el centro de atención allí por donde paso, y éstas son sólo algunas de las frases que dice la gente a mi paso:
-Hala! qué chulada! Parece como creado en el futuro.
-Dónde está el volante?
-Cómo frena?
-Yo quiero uno de esos.
-Pero de dónde ha salido eso?
-Parece que va montado en el patín volador.
-Pero si sólo tiene una rueda.
-Cómo mantiene el equilibrio?
-Pero mira hasta dónde ha llegado la tecnología.
Alguno presume de haberlo visto antes y comenta a sus amigos: Sí, yo ya le he visto el otro día a las 5 de la mañana.
Sé que la gente aún se sorprende al ver un artilugio como éste, aunque seguro que pronto se acostumbrarán a que esto ya forma parte del presente.
En parte me siento un poco que vengo del futuro, puesto que al ser pionero en esto, el resto de personas se sorprenden por ver esta tecnología, que ya está funcionando, pero que en un futuro será de lo más habitual.
Me siento muy contento y satisfecho por haber escogido este monociclo, que hoy por hoy es el más potente, el que mejor respuesta da en la conducción, el más veloz y con mayor autonomía del mercado. Sin contar que es el que tiene el diseño mas bonito y exclusivo con este haz de luces circular que le da un toque especial.
Francesc Ripoll.